Preguntas como ¿quién cree usted que debe estar a cargo de la administración de los colegios públicos? o ¿está de acuerdo con el lucro en la educación con financiamiento estatal? Son algunas de las interrogantes que componen la Consulta Nacional de Educación, proceso que ha encontrado rechazo y respaldo entre los diferentes actores involucrados.Uno de los más emblemáticos antagonistas de este referéndum es la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile (FEUC), que se restó por discrepancias en la forma y fondo de éste. “Hicimos un llamado de atención respecto a lo tendenciosa o sesgada que podía estar enfocada la serie de preguntas”, manifiesta Felipe Bettancourt, presidente de la FEUC.Contraria a esta postura, la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica del Norte (FEUCN) apoya la iniciativa, entendiendo a ésta “como una expresión válida de nuestro descontento y disconformidad al proyecto de Ley General de Educación”, precisa Waldo Valderrama, líder del organismo. Agrega que, si bien existen diferencias en cuanto a las interrogantes planteadas, "dejan ver las dos posiciones frente al tema, las que plantea la Ley y las del movimiento social. La intención es ver cuál es la que apoya la comunidad”, señala.Similar visión tiene Carlos Vásquez, máximo dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Central, quien niega que las consultas sean subjetivas, expresando que “están bien hechas y ponen en discusión lo que a grandes rasgos está sucediendo con la educación”.Otro de los focos de crítica apunta a la representatividad de la encuesta. Así lo deja entrever Cristian Valdés, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales (FEDEP), que a su juicio “no generó tanto poder mediático. En lo personal la conozco porque estoy ligado al tema, pero no toda la gente sabe, entonces puede suceder que voten los mismos de siempre”.Pese a no compartir todos los puntos del mecanismo, el líder de la FEDEP también encuentra aspectos positivos en esta iniciativa, señalando que “cualquier forma de protesta pacífica es bastante buena”.Otro problema de este instrumento, según el representante de la UC, radica en creer que “con esto vamos a encontrar la solución. Lo más importante es involucrar a expertos en el tema para enfrentarlo con la seriedad correspondiente”. Al respecto, Valderrama sostiene que, “si bien no va a definir nada, entregará una clara señal de lo que pasa en la sociedad con la educación”.
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on viernes, julio 04, 2008
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